Este Laureus es el reconocimiento, ya final, a un año de muchos éxitos y premios: el mejor para L'Equipe, para la BBC...
Es un premio de los más importantes para un deportista porque los que lo votan son leyendas del deporte. Es el reconocimiento al año más emocionante de mi carrera.
¿Qué le parecen los nominados contra los que ha competido?
Todos son grandes campeones. Muy especiales, por eso aspiraban al premio más importante del año. Para Messi no hay palabras, Iniesta ha logrado algo tan difícil como ganar una Copa del Mundo, Kobe forma con Pau Gasol una pareja increíble que ha ganado dos anillos... Y al boxeo y a Pacquiao los sigo menos. También está Vettel. Para mí fue un año increíble: tres Masters 1.000, tres Grand Slam, el número uno... Pero no puedo decir que me lo merezca más que otros.
¿Cómo está esa rotura de fibras que sufrió en Australia?
Bastante recuperado. Las últimas pruebas confirmaron que era menos de lo que me esperaba y confío en que tras el último examen al que me someteré mañana martes en Barcelona pueda estar ya entrenando el jueves o, a lo máximo, el próximo lunes para preparme para lo que viene.
Esa rotura fue un fastidio...
He tenido un comienzo de año con un pelín de mala suerte. Me sentía preparado, había terminado bien 2010 en Londres y el trabajo en diciembre fue bueno. En Abu Dabi todo marchó perfecto y luego en Doha cogí el virus, no me recuperé bien y en Melbourne me sentía muy cansado físicamente, sudando una barbaridad ¡y no por culpa de la camiseta, incluso me puse una más ancha! El problema era otro. Frente a Cilic ya me encontré a gran nivel, pero contra Ferrer me rompí.
Lo primero que llega es la salida a Bélgica para la Davis. ¿Se plantea jugarla todo el año?
Hay que ver cómo evoluciona el año, no me lo planteo tan a largo plazo. Es una competición que siempre me hace mucha ilusión, es especial, pero los que controlan la competición no favorece que puedan estar los mejores jugadores. Perjudica demasiado jugar la Copa Davis a tu calendario. A mí me encanta el ambiente, los compañeros, pero la Federación Internacional se debería plantear cambios.
Y luego la pista dura en Estados Unidos: Indian Wells y Miami, donde hizo semifinales y podría sumar puntos ante la burrada que le toca luego defender...
No se trata de sumar o restar. Se trata de que este año llevo 450 puntos y el objetivo es conseguir la clasificación para el Masters lo primero. Esto es como una liga, al final de año puedes evaluar cómo ha sido. Nunca me he planteado lo de las cuentas; cada torneo suma y comienzo de cero a principio de año.
¿Le motiva más Miami, un Masters 1.000 que no ha ganado?
No, a todos los torneos voy con la misma ilusión. Es cierto que Miami es una pena que no lo haya ganado. En 2005 estuve cerca contra Federer y en 2008 estaba jugando perfecto y la final con Davydenko fue un desastre. Es un torneo que no se me da mal, aunque históricamente Indian Wells sea mejor. El objetivo es hacer una buena gira americana para llegar tranquilo a la tierra.
¿Qué le parece el cambio de fechas entre los torneos de Roma y Madrid?
Me parece lógico, que ya no sea el último torneo antes de Roland Garros, porque es el que tenía las condiciones más diferentes. Los que más se parecen en cuanto a condiciones son París y Montecarlo, por la tierra, por todo... Y el que menos sin ninguna duda es Madrid. Ahora lo que quedan son dos torneos españoles muy pegados de fechas, Barcelona y Madrid.
Australia ya no tiene remedio. ¿Pero pensaba en que estaba para ganar?
Es difícil valorarlo. Cuando salí a jugar los cuartos, estaba preparado. Y en la final que le gané a Federer en 2009, no; y sin embargo gané. Perdí ante un gran David Ferrer y me alegra su principio de temporada. Sólo me queda trabajar y aceptar los momentos que no son tan fáciles con la misma calma que afronto los buenos.
¿Sigue viendo a Roger Federer como su gran rival este año? ¿O Djokovic y Murray pueden haber tomado un gran impulso con la final de Australia?
Ojalá este año sean todos rivales para mí. Al final tu rival es el día a día. Lo que hay que hacer en una buena temporada es no perder los partidos que no deberías perder y ganar los que podrías ganar o perder. Es decir, contra estos rivales: Federer, Djokovic, Murray, Soderling, Berdych, Ferrer... Eso es lo que hace una temporada fantástica, porque el nivel es muy parecido y puede pasar cualquier cosa. Así que hay que tener los pies en la tierra, trabajar cada día y seguir con ilusión y humildad para aceptar que no siempre jugarás bien. Lo que te lleva a una gran temporada es el día a día.
¿Ha terminado ya el tratamiento con factores de crecimiento en sus rodillas?
No tengo ningún problema, estoy perfecto, pero no soy adivino.
¿Cómo ve a su Madrid?
No se puede decir que el equipo esté mal, pero el Barça distorsiona la realidad del Madrid. La temporada está siendo fantástica... y lo del Barcelona se sale de lo normal. La plantilla del Madrid es joven y está preparada para ganar cualquier cosa. Pero cuando te encuentras un rival así, sólo puedes aplaudir. Tener alguien tan bueno enfrente también tiene cosas positivas; yo he tenido enfrente al mejor de la historia, Roger Federer. No ha sido una suerte coincidir con él, pero sí que me exija dar el cien por cien. Eso te obliga a mejorar. Y el Madrid tiene una oportunidad para aprender. Ahora, llega a ser aburrido ver jugar a alguien tan bien, y que no se me entienda mal. En el sentido de que lo hacen todo tan bien que parece fácil.
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